La confesión es muy personal, pero aquí puedes encontrar algunas referencias bíblicas que te ayudarán a orar a Dios en arrepentimiento:
- 1 Juan 1:9 (NVI): “Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad.”
- Santiago 5:16 (NVI): “Por tanto, confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros, para que sean sanados. La oración del justo es poderosa y eficaz.”
- Salmos 32:5 (NVI): “Te confesé mi pecado, y no te oculté mi maldad. Me dije: ‘Voy a confesar mis transgresiones al Señor’, y tú perdonaste mi maldad y mi pecado.”
- Proverbios 28:13 (NVI): “El que encubre sus pecados no prospera, pero el que los confiesa y se aparta de ellos encuentra perdón.”
- Lucas 15:21 (NVI): “El hijo le dijo: ‘Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no merezco ser llamado tu hijo’.”
- Hechos 3:19 (NVI): “Por tanto, arrepiéntanse y vuélvanse a Dios para que sean borrados sus pecados, para que vengan tiempos de descanso de parte del Señor.”
- 1 Timoteo 6:12 (NVI): “Pelea la buena batalla de la fe; haz tuya la vida eterna, a la que fuiste llamado y por la cual hiciste aquella admirable declaración de fe delante de muchos testigos.”
- Daniel 9:20 (NVI): “Mientras yo estaba hablando, orando y confesando mi pecado y el pecado de mi pueblo Israel, y mientras postraba mi rostro al Señor mi Dios…”
- Nehemías 1:6 (NVI): “Estén atentos tus oídos y abiertos tus ojos para escuchar la oración que yo, tu siervo, te dirijo en tu presencia día y noche por los israelitas, tus siervos. Yo confieso los pecados que hemos cometido contra ti, yo y mi familia.”
- Mateo 3:6 (NVI): “Confesaban sus pecados, y Juan los bautizaba en el río Jordán.”